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Los diputados del PP abandonaron ayer el salón de plenos del Parlament después de que el conseller d'Obres Públiques, Francesc Quetglas, acusara al president del Grup Parlamentari Popular, José María González Ortea, de «gritar como un nazi» y de proferir amenazas «como un nazi». A pesar de que el popular Fernando Piña hizo amago de quedarse, cuando finalmente abandonó el pleno comentó que personas con una apellido semejante al suyo «podrían haber acabado en un campo de concentración». Al ver la reacción de los diputados del PP, el conseller, desde la tribuna parlamentaria, anunció que retiraba sus palabras y, poco después, se dirigió personalmente a González Ortea para pedirle disculpas.

Para entonces, el diputado del PP ya había presentado una queja al president del Parlament por la actitud del conseller. Esta polémica surgió en medio de un tenso debate entre Pacte y PP como consecuencia del 'caso Bitel', el supuesto espionaje político por parte de Jaume Matas a Francesc Quetglas, que entonces era presidente de la Comissió d'Urbanisme de Mallorca. El conseller reconoció que la expresión se debió a que se había sentido molesto por los gritos del diputado del PP y por sus amenazas. Quetglas consideró absurdo que «los verdugos», en referencia a los diputados del PP, «vengan a exigir a las víctimas que pidan perdón porque es una tergiversación absoluta de la democracia».

La interpelación de ayer fue presentada por el PP después de que el juez del 'caso Bitel' dictara un auto de archivo del caso al entender que el redireccionamiento del correo de Francesc Quetglas a un funcionario de Presidència fue por error. González Ortea acusó al Govern de acudir al Juzgado con medios públicos con el único objetivo de intentar «echar basura» sobre Jaume Matas. El diputado del PP opinó que la denuncia del caso se presentó después de que el PP ganara las elecciones generales con una abultada mayoría y reiteró que el president del Govern, Francesc Antich, debería pedir perdón por todas las acusaciones que realizó en su momento.

En su réplica, el conseller d'Obres Públiques recordó que el archivo del caso ha sido recurrido. Consideró demostrado que el ex president del Govern exhibió un documento interno del Consell que obtuvo a través de este pinchazo del correo electrónico y emplazó a Matas a que pidiera perdón. También calificó de inadmisible una insinuación de González Ortea de que su único mérito para ser conseller era haber sido espiado. El debate subió de tono, González Ortea descalificó todo el trabajo hecho por el conseller Quetglas en la anterior legislatura y calificó el 'caso Bitel' de «montaje de un presidente de gobierno poco fiable y mentiroso».