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Balears, a través del Govern balear y de futuros inversores, destinará casi tres millones de euros al desarrollo de un proyecto que permitirá obtener biodiesel, un combustible similar al gasóleo que se conseguirá transformando aceites vegetales.

El proyecto está integrado en el plan europeo SESCO (Sistemas de Energías Sostenibles para Comunidades) y se desarrollará paralelamente en Balears y en la montañosa región austríaca de Leoben. «Pretende fomentar la autonomía energética de las regiones aisladas. Tiene una parte de estudios e investigación -que comenzó el pasado 1 de enero y durará un año- y una segunda parte de experimentación, para lo cual se construirá una planta de biodiesel utilizando aceites de cocina usados y oleaginosos», afirmó Pere Sampol, vicepresidente del Govern balear.

Como resultado, el biodiesel se utilizará mayoritariamente en el sector agrícola, pesquero y transporte público como nueva fuente de energía renovable. «Tiene las mismas propiedades que el gasóleo, pero es mucho menos contaminante», aseguró Sampol, que apuntó que se estudiará la posibilidad de importar plantas oleaginosas (soja, colza...) o promover su cultivo en las Islas. El programa tiene un plazo de ejecución de 54 meses y el proyecto «se pondrá al servicio del sector primario porque el combustible obtenido será comercializado a través de la central de distribución de carburantes para agricultores y pescadores».

Sampol afirmó que todavía no está decidida la ubicación de la planta, pero su construcción se realizará por concurso y su explotación será privada». La previsión inicial es producir seis millones de litros de biodiesel al año -cada litro puede costar 9 o 10 pesetas menos que el diesel convencional-, para lo cual «se incrementará la recogida selectiva de aceite, incluso se realizará la recogida domiciliaria y se realizarán campañas de mentalización». El director de SESCO, Hans Kürzl, recordó que su país, Austria, es pionero en Europa en cuanto al uso de energía renovables.