TW
0

El Juzgado de Primera Instancia número 14 de Palma argumenta en un auto reciente que las tarjetas bancarias con banda magnética son inseguras, por lo que declara nula una cláusula inserta en los contratos de tarjeta visa de Citibank, que establece que el titular será responsable de las operaciones realizadas con el número de identificación personal, en caso de pérdida o sustracción, antes que ésta sea notificada al banco. La Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios, Ausbanc, que ayer celebró unas jornadas informativas con motivo del día del consumidor, denuncia como práctica habitual la imposición a los titulares de tarjetas mediante contrato, de responder de las operaciones efectuadas tras robo o sustracción.

Ausbanc considera que corresponde a bancos y cajas probar la negligencia del titular, mientras no se tomen las medidas oportunas para garantizar la seguridad de este sistema de pago. El delegado de Ausbanc en Balears, Carlos Hernández, recordó que en 1997 la Audiencia Provincial de Balears condenó a una persona por duplicar tarjetas de crédito lo que, a su juicio, demuestra que «este sistema de pago es obsoleto».

Hernández afirmó que en el año 2000, últimos datos conocidos, este sistema de pago movió 15 billones de pesetas en España y supuso, para bancos y cajas, beneficios por comisiones por valor de 318.000 millones de pesetas. Ausbanc cuantifica en un 0'002 el volumen de fraude con tarjetas con banda magnética, por lo que considera son las entidades financieras quienes deben asumir el coste.

En todo caso, Ausbanc recuerda que el sistema bancario firmó en 1990 un código de buena conducta relativo a los sistemas de pago mediante tarjeta, que limita la responsabilidad del usuario hasta los 150 euros (24.958 pesetas) y cuyo cumplimiento es obligatorio a pesar de que no lo incluyan en sus contratos o no lo apliquen. El inspector jefe de la UDYCO, Manuel Peragón, presente en las jornadas, constató que sí se copian tarjetas en los cajeros automáticos aunque afirmó que en Balears no se ha detectado la presencia de organizaciones criminales que se dediquen a esta actividad.