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Els Bombers de Palma, a lo largo de la mañana y mediodía de ayer, pusieron punto final a las actividades realizadas con motivo de la festividad de su santo patrón, Sant Joan de Déu, celebraciones que dieron comienzo el pasado jueves y en las que no han faltado los partidos de fútbol, tenis, tiro al plato, partidas de truc y pinacle, exposiciones, jornadas de puertas abiertas, fiestas infantiles, etc.

A las once de la mañana de ayer, en la parroquia de sa Indioteria, tuvo lugar una misa solemne en honor al patrón. Y a partir de las 13.30 horas, en el parque central, se habilitó un comedor en una parte del párking cubierto, en el que se celebró el almuerzo en honor a los bomberos jubilados, que este año son: José Ferré Ribera, Antonio Mora García, Sebastián Oliver Cruellas, Pedro Polo Bestard y Pascual Russo Pieras. El acto también se hizo en honor de otro bombero "este en activo, Joaquín Ballester Alemany", por sus 25 años de servicio y dedicación.

Tras el almuerzo "paella en la que no faltó de nada", al que asistieron el alcalde de Palma, así como representantes de las distintas fuerzas políticas que constituyen el Consistorio de Cort, el jefe del parque, en nombre de los bomberos palmesanos, hizo entrega de una estatuilla de un bombero al cónsul de Estados Unidos en Mallorca, Tumy Bestard, para que éste, a su vez, la trasladara al jefe de bomberos de la ciudad de Nueva York, en reconocimiento a la entrega y profesionalidad puesta de manifiesto por aquellos en la tragedia del 11 de septiembre, de la que hoy se cumplen seis meses. Bestard, que agradeció el detalle, se comprometió a que dicha estatuilla estaría muy pronto en la sede central de los bomberos de la ciudad de los rascacielos. «Incluso "señaló" puede que la lleve personalmente».

En la sobremesa se comentó que se están llevando a cabo una serie de gestiones para que venga a Palma un bombero neoyorquino y que cuente su experiencia de aquellos días, inolvidables, aunque no por lo bella sino más bien por lo trágica que fue.