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Las primeras rebajas del euro en el comercio balear se han saldado de forma negativa, según constatan las patronales Pimeco, Afedeco y las grandes superficies, ya que las ventas han sido inferiores a las rebajas de 2001 al disminuir la confianza del consumidor.

El presidente de Pimeco, Demetrio J. Peña, indica que en las encuestas realizadas entre sus asociados, «el 57 por ciento afirma que este año le han ido peor las ventas en comparación con 2001. Asimismo, en los dos meses de rebajas el 44 por ciento de los comercios indican que les ha ido mal o muy mal. Está claro que no se han cubierto las previsiones y que el consumidor, tal y como hemos podido apreciar, no ha asumido todavía el valor real de los productos con la nueva moneda, lo cual ha provocado una retracción en el nivel de gasto».

La patronal Afedeco, según su presidente Pau Bellinfante, añade que el sentir general en el pequeño y mediano comercio, «no ha sido positivo, sino más bien negativo porque las rebajas de este año han sido flojas. La opinión general es que el euro ha incidido negativamente en la evolución del consumo privado. En general, las ventas en las rebajas de 2002 han sido inferiores a las de 2001, circunstancia que agrava la situación del comercio».

Las grandes superficies coinciden en señalar en que por sus volúmenes de ventas, «las rebajas de este año se pueden equiparar a las de 2001 en cuanto a nivel productivo, de ahí que pese a ligeros aumentos se puede decir que se han repetido ventas, cuando la tendencia era muy diferente. Esto demuestra que el consumidor con el euro ha mantenido una actitud preventiva y que ha optado por el ahorro. Asimismo, todavía se están realizando compras con pesetas, un 3% del volumen total de operaciones».