La rua de la Playa de Palma resultó un éxito de público y participantes. Foto: CURRO VIERA.

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La Rua de la Asociación Hotelera de la Playa de Palma vivió ayer una jornada espléndida, con un sol radiante, que contrastó con la anterior edición, en la cual el desfile tuvo que suspenderse debido al mal tiempo. Más de 70 participantes, entre carrozas, comparsas, disfraces individuales, caballistas, motos y coches antiguos, se dieron cita para hacer el recorrido de la Rua, que circulaba por el paseo que bordea la playa.

Harry Potter, romanos, brujas, princesas, personajes de dibujos animados, flores, animales y una larga lista de disfraces desfilaron frente al jurado de la Rua, que estaba presidido por el alcalde de Palma, Joan Fageda, el cual tuvo serias dificultades a la hora de escoger a los mejores en los diferentes apartados. En lo que concierne a las carrozas, de las 23 que participaron el jurado premió a «Harry Potter» en primer lugar, la de los pinguinos Fa fred de neu en segundo, los «Romanos de Marratxí», en tercero, «Érase una vez», cuyos personajes fueron los cuartos, y Carnatge Parc Natural , los quintos.

En el apartado de comparsas «Los estudiantes van al castillo», también relacionada con Harry Potter, fue la primera clasificada, mientras que El sol y la lluna van de bauxa serían los segundos. «El Gallinero», el Centre de Flors y Es jardí d'Anicas, quedaron en tercero, cuarto y quinto lugar respectivamente, del total de los 14 participantes. En la categoría de disfraces individuales los cinco premios fueron para «El ave del paraíso», «La lámpara», «Caniches», «El Jardín de la Princesa» y «Escarabajo rinoceronte». Curiosamente en este apartado individual todos los galardonados fueron niños.

Divertida rueta de la la guardería Blancanieves, de Palma
La guardería Blancanieves, de la calle Obispo Cabanellas de Palma, celebró ayer por la mañana su particular rueta, donde los niños salieron a la calle disfrazados de payasos; incluso los profesores se apuntaron a la fiesta. Los más pequeños disfrutaron saliendo a la calle, se acercaron hasta el parque de la calle Médico José Darder, haciendo las delicias de sus padres y de todos aquellos que, con mucha curiosidad, no perdían detalle de lo que acontecía a su paso. Los pequeños payasos divirtieron a los mayores.