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P. CANDIA/J.M. AGUILÓ La comunidad árabe radicada en Mallorca "unas 15.000 personas, según los datos facilitados por el presidente de la Asociación Islámica, Juan Peralta" expresó ayer su «más enérgico malestar» por unas afirmaciones que cuestionaban el trato que se brinda a las mujeres en los bares de Palma que regentan. En concreto, y en una rueda de prensa convocada en la cafetería «Arábiga» de la plaça Pere Garau de Palma, cargaron las tintas contra el portavoz de Unió Mallorquina (UM) en el Ajuntament de Palma, Ferran Trujillo, por declarar que en esos bares «no se permitía el acceso a mujeres solas», entre otras cuestiones.

Trujillo dijo: «Nos consta que en algunos establecimientos frecuentados por ciudadanos árabes no se permite la entrada a mujeres solas, que éstas deben ir acompañadas por hombres y cuando se les atiende, el camarero siempre se dirige a éste, ignorando a la mujer. Son actuaciones aisladas por ahora, que nos preocupan, ya que pueden convertirse en frecuentes e impedir una correcta integración de esos ciudadanos en Mallorca». Trujillo realizó esas declaraciones al presentar una propuesta de mejora de la situación de la barriada de Son Coc, en el popular enclave palmesano de Pere Garau.

«Nosotros no prohibimos el acceso a las mujeres solas a nuestros bares», afirmó ayer con contundencia Salem Smati, propietario, junto a su esposa, de nacionalidad española, de la cafetería «Arábiga». «Invito a ese político a quien sea a que compruebe el trato exquisito que brindamos a nuestros clientes. Sería absurdo imponer normas tan retrógradas porque iríamos en contra de nuestros propios intereses», añadió, sin ocultar su enfado por la situación planteada. «Nos han llamado muchas personas para preguntar si es verdad lo que habían leído en la prensa. Esto no puede ser. En Mallorca nos sentimos muy integrados, nos tratan muy bien, aunque siempre hay excepciones, como lo demuestra la pintada 'fuera moros' que hay en la persiana de mi establecimiento», añadió.

A la rueda de prensa se sumó el propietario de otro establecimiento especializado en atender a clientes árabes, situado en la plaça d'Espanya. También expresó su enfado por unas declaraciones «realizadas por un político que no se entera y que debería haber contrastado sus informaciones antes de hacerlas públicas», precisó. «¿Cómo no vamos a querer a las mujeres?», se preguntó. «Siempre son bienvenidas a mi local, vengan solas o acompañadas».

También quiso expresar su solidaridad con los empresarios árabes Juan Peralta, quien advirtió que situaciones como éstas «pueden crear dificultades y malos entendidos con los mallorquines». «Nos estamos integrando muy bien, nuestros hijos van al colegio, no tenemos quejas, pero se puede crear una dinámica muy peligrosa», afirmó. El presidente de la Asociación Islámica acudió a la rueda de prensa con un ejemplar de la Constitución Española «para verificar todos los preceptos que pudo haber infringido el político del Ayuntamiento de Palma», explicó. Y apostilló: «Seguro que cuando necesiten nuestros votos vendrán a buscarnos inmediatamente».