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La Casa Catalana de Mallorca celebró ayer su 50 aniversario en un acto eclesiástico-festivo. La misa solemne en la Iglesia dels Caputxins, oficiada por el obispo de Mallorca, Teodor Úbeda, dio el pistoletazo de salida a dicha conmemoración.

Después de la eucaristía, el actual presidente de la Casa Catalana, y colaborador de Ultima Hora , Josep Planas Montanyà, ofreció su personal punto de vista de la actual situación de la sociedad catalana en las Islas, y más concretamente en Mallorca. Destacó el día 27 de abril de 1951 como fecha clave de la puesta en marcha de una idea impensable hasta esos momentos, debido a los numerosos problemas políticos que se sucedían en nuestro país. Siete meses más tarde, la Casa Catalana veía por primera vez la luz en Mallorca, gracias a la figura de Miquel Ginart i Terrasa.

Desde el principio el objetivo primordial de esta organización fue, según las palabras de Planas Montanyà, «buscar la hermandad y la comprensión entre catalanes y mallorquines. Ahora esta hermandad es ya una realidad. No hacemos diferencia entre catalanes y mallorquines, para nosotros es lo mismo; sentimos Mallorca como propia».

Después de estas emocionantes palabras, la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, pronunció el pregón. Como catalana de nacimiento y mallorquina de adopción, la presidenta ensalzó también el compromiso entre estas dos sociedades. «La Casa Catalana fue la primera ventana abierta a la libertad. Con el tiempo, y gracias a un trabajo constante, ha creado un ambiente de comprensión y diálogo entre catalanes y mallorquines», concluyó Munar.