Eva y Emilio estuvieron mirando escaparates y detalles para la boda. Foto: J.A.

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Los dos participantes del programa televisivo «Gran Hermano» Eva Paz y Emilio Lozano se casan el viernes, día 21 de septiembre. Desde que se conocieron en el concurso, no se han separado un solo momento, y si dentro de la casa ya se unieron como marido y mujer ante toda España, el viernes firmarán sobre el papel su enlace matrimonial en una ceremonia muy familiar que realizará el alcalde de Palma, Joan Fageda. La boda se celebrará en el Castell de Bellver. Antes del acto hay concertadas otras tres bodas civiles. Entre los invitados, sólo familiares y amigos de la pareja. Por otro lado no se permitirá la entrada a los medios de comunicación y se intentará realizar una boda íntima.

La joven pareja ha situado su residencia en Palma, donde Eva ya vivía, antes de conocer a Emilio, con su hijo Abraham. Ambos han estado organizando su boda muy en secreto y aún se desconocen algunos detalles, pero sí hemos podido saber que entre los invitados estarán participantes del programa «Gran Hermano». La madrina del novio será la propia madre de Emilio, y, por parte de Eva, quien le acompañará como padrino será su hermano Abraham. El convite es en el Pueblo Español de Palma y la novia lucirá un exclusivo vestido nupcial creación del diseñador mallorquín Antonio Bustamante. El destino del viaje con motivo de la luna de miel es secreto. Incluso el menú en el Pueblo Español se mantiene en el anonimato.

Eva y Emilio hacen planes de futuro y además de comprarse una casa en Mallorca quieren tener un hijo, sobre todo Emilio, quien tiene muchas ganas de ser padre y formar una familia. A Emilio le cautivó de Eva su gran corazón como madre, su incansable energía de mujer trabajadora y responsable, además de su belleza. Por su parte, Eva, vio en Emilio al hombre ideal, por su sinceridad, carisma y por ser una persona en la que se puede confiar, además de estar siempre a su lado. Ambos quieren ser felices y ver crecer a sus hijos. La popularidad de la pareja, cosechada por la participación en «Gran Hermano», ha provocado que ambos no tengan intimidad alguna y que por la calle no puedan pasar desapercibidos. Muchas son las personas que les paran para pedirles autógrafos o fotos y nunca se niegan a dar un beso o una dedicatoria, pues como dicen, «si la gente nos conoce es gracias a ellos».