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A. VIVES
Los padres de David Ponce, un joven de 17 años de Santa Margalida que falleció a consecuencia de un cáncer después de haberle realizado un trasplante de médula en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, cuentan cómo pasaron los últimos meses de vida de su hijo, lejos de casa y sin poder contar con una ayuda económica efectiva por parte de Insalud.

Han querido contar su historia para que la sociedad mallorquina conozca la cruda realidad y sepan que si no tienen medios económicos difícilmente unos padres pueden acompañar a su hijo a un hospital de la Península para recibir un tratamiento o ser atendido porque el Insalud sólo paga 400 pesetas por día al acompañante y sólo paga dos billetes de avión, el de ida y el de vuelta del paciente y del acompañante.

Los padres de David explican que en Barcelona conocieron gente de Balears que no disponía de sus mismos recursos económicos. Había menorquines que justo, justo contaban con los medios económicos para poder estar con su hijo en Barcelona, explica Paco Ponce. «Si estaban allí era gracias a que tenían ayuda de parientes porque sino hubiesen tenido que hacer recolectas o salir por la televisión pidiendo dinero», dice.

El director general de Sanitat, Josep Pomar, califica de «absolutamente ridícula» la cantidad que da el Insalud al acompañante del enfermo cuando hay un traslado fuera de la Isla para recibir un tratamiento o, incluso, cuando hay un desplazamiento entre islas. Son sólo 400 pesetas por día (y siempre que el médico prescriba que el enfermo debe estar acompañado) que no llegan ni para cubrir una mínima parte de los gastos.