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El director general de Treball, Fernando Galán, señaló ayer respecto al último accidente mortal que tuvo lugar en Son Sant Joan que «los ritmos de trabajo que allí se dan hacen factible este tipo de accidentes». «En el aeropuerto no se trabaja en las condiciones adecuadas sobre todo de ritmo de trabajo. Cuando llega un avión aquello es un hormiguero. Es raro que no se den más», dijo Galán, quien aseguró que «la empresa se va a mirar de arriba a abajo» al tiempo que advirtió que aunque allí operan muchas empresas la responsabilidad subsidiaria es del aeropuerto.

Precisamente, el aeropuerto de Palma es una de las 621 empresas que el Govern está investigando por la alta siniestralidad que estas registran y que aglutinan el 25% de todos los accidentes. La guerra de cifras respecto a la evolución de los accidentes laborales en las Islas está servida como así apuntaba ayer el conseller de Treball i Formació, Eberhard Grosske. Y es que depende de quién y cómo se interpreten que se obtienen dos resultados bien diferentes: un aumento en términos absolutos y un descenso si de lo que se trata es de comparar el índice de incidencia (accidentes en relación a la población ocupada).

En los siete primeros meses, el número de accidentes con baja durante la jornada de trabajo en Balears ha aumentado hasta los 17.684 (16.837 en el mismo periodo del año anterior), lo que supone un incremento del 5%. Los accidentes laborales en las Islas siguen creciendo y batiendo récords negativos cada año (ver gráfico).

La «nota más negativa» de la evolución de la siniestralidad laboral ha sido el fuerte incremento de los accidentes mortales que han pasado de 6 a 13 (116%). Los accidentes graves crecen un 18% (de 161 a 190); y los leves un 4'86% (de 16.670 a 17.481).