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El debate parlamentario gana espacio. Los responsables del Parlament tiene previsto inaugurar el próximo día 17 de este mes el edificio Ramon Llull, que acogerá las oficinas del Parlament y los despachos de los grupos parlamentarios, cuyos miembros trabajan hacinados en unas dependencias minúsculas. Durante estas semanas se ultimará la instalación del mobiliario del edificio y continuará el traslado de los funcionarios. Ya hace días que trabajan allí los empleados del departamento de informática. Han tenido que pasar casi diez años y tres presidentes de Parlament diferentes desde que el Parlament adquirió el edificio de Can Salas, rebautizado ahora como edificio Ramon Llull, para que los diputados puedan disfrutar del espacio que da la nueva sede.

La rehabilitación del edificio ha sido obra de los arquitectos Luis y Jaime García-Ruiz e Ignacio Arzubialde, que han sabido combinar con sabiduría la tradición del antiguo Can Salas y la modernidad del nuevo Ramon Llull. Jaime García Ruiz explicó que este edificio, situado entre las calles Palau Reial, Conqueridor y Victòria, tiene una extensión de casi 3.500 metros cuadrados que se reparten entre cinco plantas distribuidas en torno a un gran patio central.

La planta baja y el entresuelo acogerán los servicios de atención al público, seguridad, la sala de prensa, el registro y las propias oficinas del Parlament. Los grupos políticos ocuparán las dos primera plantas, con un espacio reservado para el senador de la Comunitat. Serán los propios grupos quienes distribuyan interiormente sus espacios. En el último piso se ha instalado una zona de aseo y de descanso, pensada especialmente para los diputados de Menorca y de Eivissa. El sótano tiene cabida para unos 18 coches que usarán los diputados de la Part Forana.

El arquitecto redactor del proyecto señaló que es este patio central, en el que hay instalada una estatua de Ramon Llull, el eje de todo el edificio y la zona hacia la que miran buena parte de las dependencias tanto de los funcionarios como de los grupos políticos. Se trata de un patio cruzado por muros que se eleva hasta el techo acristalado, lo que da una gran luminosidad al edificio. A partir de este patio se articulan todas las dependencias del nuevo Parlament, separadas por módulos móviles que dan una gran versatilidad a los distintos espacios, que podrán ser cambiados en cada legislatura o siempre que sea necesario.