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Después de diez años, Maria de la Pau Janer ocupó el mismo sitio que su padre en el pregó de festes del Patró de Llubí. Antoni Contestí, regidor de Cultura de Llubí, presentó a la famosa escritora y recordó al público asistente el estrecho vínculo que existe entre Janer y el pueblo hasta el punto de haberle dedicado una de sus novelas más famosas «Lola», ambientada en las calles del pueblo que recuerdan la infancia de Maria de la Pau.

Janer recordó su infancia en las calles de Llubí e hizo un emotivo discurso rememorando el tiempo vivido en el pueblo y lo mucho que significa para ella. «Empecé a escribir en LLubí, por eso he dedicado Lola a este pueblo para agradecerle lo que me ha aportado durante toda mi vida», afirmó. Pasadas las doce de la noche, tuvo lugar una gimcana nocturna en la que participaron 16 grupos de siete componentes cada uno, es decir unas 110 personas que corrieron y compitieron durante más de tres horas para poder llegar los primeros y saborear el triunfo por un momento.

Los participantes se sometieron a duras pruebas como tener que meterse en un container lleno de agua sucia para buscar el máximo de piedras doradas en un tiempo de tres minutos o aguantar encima de un toro mecánico el máximo tiempo posible, sin dudarlo la prueba más divertida tanto por los que participaron como por el numeroso público que contemplaba a los atrevidos «cowboys».