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Harald de Noruega es un currante. Quiero decir que en el «Fram XV» trabaja como cualquier otro de la tripulación. Es el primero que embarca y el último que desembarca. No siempre con suerte, desde luego. Como ayer, regresando de practicar. Sí. Iba el hombre a saltar de la zódiac a la escalerilla del «Norgue» cuando, ni se sabe con qué, tropezó y se la pegó. Fue un real porrazo. Sí, con todas las de la ley. Mas, antes de que cundiera el pánico, el rey Harald se levantó, tranquilizó al marinero y, por su propio pie, ascendió sin problemas la escalerilla.

El rey Harald se vino a Palma el pasado domingo y hace cuentas estar, según anuncia la web del palacio noruego hasta el 16 de agosto, nueve días antes de que su hijo se case, de lo que se deduce que, o lo dejó todo preparado antes de viajar a Mallorca, por cierto, en vuelo chárter, o deja que los demás lo preparen por él.

Por cierto, desde que Harald está en Palma, viviendo en el «Norgue», amarrado a la vera del yate real español «Fortuna», ya están los chistosos de turno preguntando que a ver si le cuenta a nuestro Rey que cómo se lleva que el heredero de la Casa se le case con una plebeya noruega. Y es que la gente es así de chismosa. También hay quien se pregunta si este año Antonia Dell'Atte es capaz de navegar en el «Norgue». Total, ya que está ahí, y como a ella le gusta navegar en buenos barcos...