La tensión subió anoche de tono en el aeropuerto cuando un grupo de
piquetes descubrió que dos vehículos privados se dedicaban a
transportar turistas hasta la terminal a cambio de dinero.
En el primer caso, el conductor de un coche, acompañado por su
familia, llevó a varios turistas a Son Sant Joan y, después de
pagarle el servicio, actuación que fue vista por los piquetes,
éstos comenzaron a lanzar piedras contra el coche, causando
diversos destrozos. Furioso, el chófer "al parecer, de nacionalidad
alemana" sacó una pistola y efectuó dos tiros al aire, provocando
las protestas de los sindicalistas. El conductor reclamó la
presencia de la policía, que requisó los casquillos y trasladó a
todos los implicados en el incidente a las dependencias policiales
para investigar los hechos.
En la segunda trifulca ocurrió algo parecido, pues un ciudadano
que llevaba turistas a Son Sant Joan se encontró con la resistencia
de los piquetes, uno de los cuales se colocó frente al vehículo
para impedir su paso. En un momento de nerviosismo, el chófer
embistió al sindicalista, causándole únicamente un leve golpe.
Por la mañana la Policía Nacional impidió el intento de un grupo
de cincuenta conductores de autobuses discrecionales de bloquear
una de las salidas de automóviles del aeropuerto. CC OO se quejó de
la «inactividad» policial ante la circulación de algunos coches de
alquiler que están transportando a turistas. «Se lo estoy pidiendo
por favor, súbase a la acera», le pidió un policía a un
desobediente huelguista, al tiempo que le advirtió que la «próxima
vez no se lo pediré por favor, serán los grilletes».
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