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La fiesta religiosa en honor al patrón de Marratxí, Sant Marçal, reunió a lo largo del día de ayer a numerosos vecinos y romeros en torno a la iglesia dedicada al santo que exhibió una espectacular decoración de macetas de begonias de distintas tonalidades, como manda la tradición en este día.

A las once de la mañana llegó la Corporación municipal encabezada por el alcalde, Miquel Bestard, para asistir a la misa solemne concelebrada, que presidió el canónigo de la catedral de Mallorca, Gabriel Seguí, asistido por el rector de Sant Marçal, Toni Pons y una veintena de sacerdotes de la diócesis. El calor agobiante hizo que durante la misa se abrieran muchos abanicos.

La homilía del canónigo Seguí no defraudó a sus oyentes devotos, pues explicó con todo lujo des detalles los orígenes de la devoción de Sant Marçal en Mallorca que datan de los siglos XIV y XV, explicando que fue obispo, apóstol de Aquitania, patrón de Limoges y abogado de todos los males.

Antes del ofertorio el clero y los fieles pasaron a venerar la reliquia del santo, mientras sonaban los sones de una colla de xeremies. Finalizada la misa y ya en la explanada los romeros pudieron firar algo tan típico por Sant Marçal como son macetas de albahaca, y los entrañables siurells mallorquines que exhibieron en gran variedad los artesanos de la zona de sa Cabaneta y Pòrtol. Los más pequeños optaron por montarse en los tiovivos allí instalados.