Joaquín José Martínez saludando a parte del público que asistió al acto. Foto: CURRO VIERA.

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«Lo más duro del corredor de la muerte es no poder reír ni llorar. Aguantar las lágrimas por temor a que los vigilantes puedan considerarte blando y por tanto, un blanco fácil», afirmó ayer con rotundidad Joaquín José Martínez en el coloquio organizado por el Grup Serra, en el cual también participaron sus padres, Joaquín Martínez y Sara Pérez, acompañados por el periodista de Ultima Hora , Pedro Prieto y moderado por el diputado del Parlament balear y gran defensor de su causa, Manuel Jaén Palacios. Joaquín José Martínez fue aclamado, entre aplausos y abrazos, por un numeroso público que llenó la sala Acrópolis del Hotel Melià Palas Atenea para escuchar las duras experiencias vividas por el joven español en el corredor de la muerte en Estados Unidos.

Manuel Jaén Palacios, moderador del coloquio, introdujo el debate dando las gracias a la sociedad mallorquina por haber apoyado a Joaquín José Martínez y a su familia. «Debo reconocer que para mí es muy importante el poder estar aquí presentando este coloquio y quiero dar las gracias, en nombre de todos ustedes, al Grup Serra por haber organizado este encuentro», afirmó Manuel Jaén Palacios. Joaquín Martínez, padre, fue el primero en tomar la palabra para agradecer «al pueblo español todo el apoyo que nos ha demostrado. Nosotros, como padres, no hemos hecho más que luchar por nuestro hijo. Siempre hemos creído que era inocente, un inocente más en el corredor de la muerte, porque no era el único», afirmó.

La madre de Joaquín José, Sara Pérez, dijo que «me acuerdo de las muchas veces que he venido a Mallorca para pedir ayuda económica. Ahora venimos a agradecer vuestra ayuda». Palabras pronunciadas por una madre que, cogida de la mano de su hijo, sólo tenía palabras de cariño para los asistentes a este acto. «El apoyo que hoy me estáis transmitiendo. El cariño que me ha dado la gente de Mallorca, el pueblo español, ha sido lo que ha hecho posible que yo esté hoy aquí, libre. Su apoyo y esperanza me ha ayudado a mantenerme fuerte», explicó Joaquín José, palabras que consiguieron un fuerte aplauso del público asistente. Por su parte Pedro Prieto recordó detalles de las dos entrevistas realizadas a Martínez y contó que «uno de los ayudantes del cheriff me dijo algo que me impactó: Este hombre es inocente porque habla de frente, mirándote a los ojos» y remarcó que «el caso de Joaquín José nos ha dejado una evidencia clara, en EE UU pobre de aquel que no tenga dinero y se tenga que poner delante de un juez».

En el transcurso del coloquio Martínez explicó cómo pasaba los días en el corredor de la muerte. «Al principio estaba completamente aislado. Éramos sólo Dios y yo... Nadie más», dijo y recordó que «poco a poco conseguí dedicar parte de mi tiempo a estudiar; dos veces a la semana nos sacaban al recreo -si hacía buen tiempo- y nos dejaban duchar tres veces a la semana». Y también explicó que «el trato de los vigilantes no era nada bueno. Malos tratos físicos, golpes a cada momento. Reconozco que yo todavía estaba bien, especialmente, cuando empecé a recibir cartas de apoyo. Llegué a recibir una media de 400 cartas a la semana y los vigilantes me trataban con bastante respeto», recordó.