La familia Suñer es el encargada de frotar la rama por la zona aquejada.

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Año tras año el ancestral rito de es Vimer va aumentando su lista de "pacientes" y extendiendo su fama puesto que ayer congregó a familiares de cuarenta niños aquejados de algún tipo de hernia provenientes de todos los puntos de Mallorca.

Según la tradición, el peculiar arbusto, ubicado en s'Hort des Correu de Manacor, tiene la propiedad de sanar las hernias a aquellos niños que atraviesen sus ramas justo en el momento en que nace el mágico sol de Sant Joan. Cuando aún era de noche, los padres, madres y abuelos de los pequeños esperan su turno mientras Bárbara Suñer y su familia, quienes residen en la finca, preparan una rama para cada niño quitándole las hojas y abriendo una brecha.

Acto seguido, los familiares desnudan a los aquejados y pasan cada cual por la rama del arbusto milagroso que les ha sido asignada. Es el momento esperado en que el Vimer aplica sus propiedades curativas al ser frotado en la zona del cuerpo que debe ser curada. El ritual es rápido y sencillo; para que funcione los cuarenta pequeños debían cruzar las ramas antes de que el sol acabara de salir. Los niños eran de todas las edades y pueden encomendarse al rito siempre que su envergadura les permita atravesar la brecha abierta en la rama de es Vimer.

Para los familiares, las propiedades curativas del arbusto suponen un intento de evitar que los pequeños tengan que pasar por el quirófano. Algunos de los herniados era el segundo año que lo intentaban y en algunos casos por más de una hernia. La rama a la que se le ha abierto un tajo por el que ha cruzado el niño, es atada por los padres con unas cintas y para finalizar el rito se le coloca una capa de barro. Según la tradición si la rama cicatriza su 'herida', la hernia se curará.