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JUAN MIGUEL LÓPEZ La descoordinación entre la Plataforma per la Convivència y los inmigrantes encerrados en la parroquia de la Encarnación propició ayer que la manifestación convocada en contra de la ley de extranjería "Ley 8/2000" acabara en un rotundo fracaso. Tras un amago de comienzo de la misma en la iglesia de los enclaustrados, y tras unos minutos por las calles de Palma en dirección a la Plaça d'Espanya, la manifestación tuvo que ser anulada por las escasamente cincuenta personas, según informaron fuentes policiales, que entre la incredulidad y la desilusión, se personaron en la convocatoria.

Pese a la anulación de la manifestación, en un primer momento se presentaron diversas representaciones de colectivos tan diversos como Justicia y Paz, Derechos Humanos, Comunidades Cristianas y el Sindicato de Estudiantes. Sin embargo, algunas voces de la manifestación que no quisieron identificarse, echaron de menos la presencia de sindicatos mayoritarios y de partidos políticos progresistas. A la concovatoria de manifestación tampoco acudieron los inmigrantes encerrados en la parroquia, que manifestaron su simpatía a la movilización, si bien matizaron que se desvinculaban «de su convocatoria», según indicó a este diario, el portavoz de los inmigrantes encerrados, John Sabogal.

En este sentido, minutos antes de la manifestación, los enclaustrados en La Encarnación cerraron simbolicamente con un candado la verja que delimita la parroquia palmesana. Con esta medida, los encerrados manifestaron su intención de mantenerse firme en su protesta. En la actualidad mantienen la protesta unos 26 inmigrantes 'sin papeles'. En el encierro han llegado a concentrarse hasta 30 personas, pero algunos de los inmigrantes que iniciaron la protesta indefinida el 28 de mayo pasado la han abandonado.

La desconvocatoria de la manifestación ha provocado una pequeña división interna tanto en la Plataforma per la Convivència, como en los propios inmigrantes de La Encarnación. Según indicó uno de los 'sin papeles' que anteriormente formaron parte del encierro y que igualmente no quiso identificarse, «existen muchas dudas dentro de lo que va a pasar y es probable que pronto haya que decidir si se mantiene la protesta o hay que abandonarla». Después del gran éxito de concentraciones de inmigrantes, como la vivida en la sede de CC OO en la asamblea informativa, que demostraron la gran capacidad de convocatoria, la manifestación de ayer fue la cruz de la moneda. Muchos de los presentes achacaron la ausencia de personas a la falta de interés de los miembros de la Plataforma per la Convivència, que brillaron por su ausencia. Uno de los representantes de los inmigrantes, Ernesto Baletto, lamentó la escasa la presencia de los mismos.