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El presidente de la Cooperativa d'Apotecaris, Joan Alcover, no tendrá que someterse a una «acción de responsabilidad» (una especie de moción de censura) promovida por un grupo de farmacéuticos en la asamblea anual de la entidad, que tuvo lugar el pasado 7 de junio. Desde ese día y hasta ayer, en que se reanudó la interrumpida asamblea (son privadas), se buscó y encontró una solución consensuada a la «crisis» de tal forma que la reunión apenas duró diez minutos.

El sector crítico retiró su petición de someter a Joan Alcover a la «acción de responsabilidad» y, por su parte, el presidente de la cooperativa de farmacéuticos adelantó las elecciones, que se debían celebrar el próximo año, para finales de este ejercicio. Alcover lleva al frente de la cooperativa desde 1982 y ha sido sucesivamente reelegido.

La crisis originada en el seno de la cooperativa "es la decimoséptima empresa mallorquina en el ránking de facturación con más de 15.000 millones anuales" tendría su origen en las disputas de Alcover con su socio en la farmacia. Sus desavenencias y acusaciones llegaron a la vía judicial y a cerrar la farmacia durante un tiempo. Justamente, este socio habría sido el que encabezó la petición de esta «acción de responsabilidad». Hoy, la farmacia está abierta y han llegado a un acuerdo que ha posibilitado la retirada de esa «moción de censura».

Independientemente de este affaire en el seno de los socios de la cooperativa existe un ánimo de cambio después de veinte años con el actual presidente. Es más, hay quienes no han visto nada bueno para la reputación de la cooperativa este enfrentamiento. Lo que se niega de forma tajante desde los servicios jurídicos del colegio es que se haya producido ninguna irregularidad económica y, al respecto, se pone de manifiesto que todas las cuentas son auditadas externamente. Además, dado el volumen de facturación hay un inspector de Hacienda continuamente encima. Y, se da la circunstancia de que las cuentas fueron aprobadas por todos menos uno de los socios, quien ayer además quería rectificar su voto y dar el visto bueno a las cuentas.