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El juez decano, Pere Barceló, ordenó ayer que se desaloje el aparcamiento del edificio de los juzgados de Vía Alemania. Esta decisión se adoptó después de confirmarse que las pulgas, cuya presencia ha supuesto el cierre del Juzgado de Guardia y de la clínica forense, tenían su foco en el patio, y se cree que han aparecido por la presencia de unos gatos. Ayer se derribó una pared, donde se cree que se concentra el foco, y se colocó cuatro jaulas en el patio para cazar a los gatos y trasladarlos a Son Reus.

Ante la posibilidad de que la plaga de pulgas se hubiera extendido por el edificio (el martes se localizaron varios ejemplares en uno de los juzgados de instrucción) la empresa que realiza la fumigación colocó trampas en los pasillos de cada planta. Concretamente se colocaron 24 trampas (seis por piso) y ayer por la mañana se comprobó que no se había capturado ningún insecto. El decano señaló que cree que la plaga no se ha extendido por el edificio, aunque aclaró que pueden encontrarse algunas pulgas por los pisos porque hay la posibilidad de que alguien la lleve pegada a la ropa sin antes ha pasado por el patio del Juzgado.

Barceló ha notificado por escrito al sindicato CSI-CSIF que se rechaza la propuesta de desalojar el edificio, porque las pruebas indican que la plaga no se ha extendido. Sin embargo, el sindicato ha comunicado a la gerente que en el caso de que el problema de las pulgas no se solucione radicalmente, instarán a todos los funcionarios a que desalojen el edificio. Ayer se abrió de nuevo la zona de calabozos, tras ser desinfectado. Sin embargo ayer los policías localizaron varias pulgas en las celdas.