Los sindicatos han pedido al decano que no sólo precinte el Juzgado de Guardia, sino todo el edificio.

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El Juzgado de Guardia de Palma, instalado en el sótano del edificio de Vía Alemania, quedó precintado ayer por la presencia de una plaga de pulgas que desde hace días invade esta zona. Ayer por la mañana, cuando se iba a realizar el cambio de juzgado, los funcionarios que entraban de guardia se negaron a ocupar las instalaciones porque consideraron que no podían trabajar en un espacio invadido por las pulgas.

El juez decano, Pere Barceló, se entrevistó con los funcionarios, inspeccionó las dependencias y consideró que la petición que se formulaba era lógica. El decano contrató por la mañana a una empresa especializada para que realizara una desinfección del sótano del edificio, porque la plaga no sólo afecta al juzgado de guardia, sino que se ha extendido por la clínica médico forense y por los dormitorios de los funcionarios. Al utilizarse productos tóxicos en la desinfección es preferible que el lugar esté precintado, y por ello se cerró la puerta del pasillo para evitar el acceso. Este precinto permanecerá durante varios días hasta que el insecticida haga efecto. Los funcionarios del juzgado de guardia trabajaron ayer en su oficina habitual.

La policía tampoco entregó por la mañana ningún detenido al Juzgado de Guardia. El sindicato CSI-CESIF denunció esta situación hace ya varios días y teme que la plaga no se concentre sólo en el sótano, sino que ya se haya extendido. Por ello ha pedido al juez decano que orden el desalojo total del edificio.