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La campaña para captar sangre impulsada ayer en el Parlament volvió a dar buenos resultados. Diputados y funcionarios de la Cámara autonómica acudieron a la llamada del Banco de Sangre, que volvió a repetir la campaña para que sean los diputados los que den ejemplo y colaboren en la donación de sangre.

La mayoría de los diputados tuvieron que aprovechar las primeras horas del plenario para poder acudir a donar sangre. De esta manera, los parlamentarios evitaban sorpresas de última hora ante una hipotética llamada para votar. Nadie quería perderse las votaciones. Y es que el proceso de donar sangre duraba aproximadamente una hora. La diputada del PP María Salom, que acudió a primera hora a dar sangre, reconocía sentirse «un poco mareada». La misma sensación tenía su compañero Joan Flaquer, quien también pasó por la sala de la Cámara habilitada para que el Banco de Sangre pudiese extraer sangre a los diputados.

Además de Salom y Flaquer, los socialistas Tirso Pons, Vicenç Tur y Salvador Cànoves, entre otros, pasaron a colaborar con el Banco de Sangre. Lo mismo hizo Jaume Font, del PP, y el portavoz popular, José María González Ortea. «Hemos tenido que beber mucha agua antes de que empezasen a extraernos sangre», relataba María Salom tras su experiencia. La falta de tiempo evitó que todos los diputados acudiesen a donar sangre.

Los funcionarios de la Cámara autonómica también respondieron a la llamada del Banco de Sangre y acudieron a lo largo de la mañana a realizar una donación. Algunos de los trabajadores del Parlament también se sentían «un poco mareados» y tenían una sensación «de cansancio». Un refresco paliaba en pocos minutos los efectos de la extracción.