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Llamarse Alejandra y no ser mujer
Aparte de las ausencias ya mencionadas, entre las que destaca la del príncipe don Felipe, por lo visto de vacaciones en los Alpes con Eva Sannun, destacaremos las de Kiryl de Bulgaria y Rosario Nadal "y eso que ya tienen casa en el centro de la Isla", la bellísima Alejandra Prat de quien no tenemos noticias desde el verano pasado, cuando la pillamos en bikini de lunares en actitud de como si anduviera buscando uno que se le cayó, con la baguette en la mano, y Mario Conde. Sin embargo, a uno de los tres barcos que fueron suyos, el «Alejandra», lo hemos visto en Puerto Portals, aunque ahora bajo otra bandera y con otro dueño, un millonario italiano, pero con el mismo look de Conde. ¡Ah, si su cubierta hablara! La cantidad de confidencias que se debieron de hacer sobre ella.

«Operación Puma», una historia de perdedores
Me encuentro sobre la mesa el libro «Operación Puma» y una nota de quien me lo deja, Jorge Fernández, piloto cubano en el exilio y en la actualidad residente en Palma, en la que me dice que lo lea, pues lo ha escrito Eduardo Ferrer, ex presidente de la Asociación de pilotos cubanos en el exilio y ex combatiente en la fracasada invasión de Bahía de Cochinos, de la cual en estos días se cumplen 40 años. Pues en ésas estoy, leyéndolo, y en lo que llevo leído, me parece interesante lo que escribe Ferrer, quien dicho sea de paso no hace mucho estuvo en Mallorca, tierra de sus antepasados, con su familia. En uno de esos días de vacaciones aceptó la invitación de su amigo Fernández para visitar la silla de Antonio Maceo, en el Castell de Sant Carles.

Kettylin, empresaria
Kettylin Magnusson, esposa de Lars Erik Magnusson, propietario del Casino de Mallorca, además de esposa y madre "tres hijos, dos de su anterior matrimonio y uno, recién nacido como quien dice, de éste" es empresaria. Sí, está al frente de Rivma, una constructora-promotora de casas y mansiones de lujo. Me cuenta que ahora mismo tienen ocho villas en Bendinat (The Green) y otras tres casas de superlujo en The Anchorage (ses Illetes), una de las cuales ha vendido ya, se supone que a unos millonarios. Pero lo que más me llama la atención de ella es saber de dónde saca el tiempo, o cómo se lo organiza, para poder estar en todas y encima no perder la simpatía y ser guapa.