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«Reparamos todo tipo de averías», «¡¡Rápido!!, un fontanero», «Urgencias 24 horas» «Atendemos en 20 minutos todas las localidades». Ya sea lunes o domingo, las once de la mañana o las dos de la madrugada, que estas empresas especializadas en todo tipo de reparaciones (principalmente fontanería, cerrajería y electricidad) están dispuestas a sacarle de su problema. Eso sí, debe saber que los precios son libres, por lo que su factura puede ser astronómica si se decide a hacer uso de sus servicios.

Son empresas (muchas de ellas son una simple operadora que le pone en contacto con el «profesional» e incluso otras tienen diferentes números de teléfono que van a parar a una misma operadora) que se aprovechan de la urgencia y la desesperación del afectado (por ejemplo la rotura de una tubería) para imponer unos precios que son desorbitados y duplican, triplican, cuadruplican... los precios no urgentes. Ante esta situación de indefensión, al consumidor sólo le queda estar informado y prevenido. Para ello, desde la Direcció General de Consum se recomienda ser precavido y antes de que llegue esa urgencia se busque un servicio de confianza para evitarse sustos posteriores. Y es que, además, las diferencias entre una y otra empresa son muy a tener en cuenta.

La Conselleria de Sanitat i Consum reguló en 1998 los servicios de instalación, reparación y revisión a domicilio y que afecta principalmente a fontanería, electricidad, gas, reformas de albañilería, acristalamiento, cerrajería, pintura, ascensores, carpintería y mudanzas. No pudiendo «meter mano» a los precios (que son libres) sí que establece una serie de derechos para el consumidor dirigidos principalmente a que a la hora de pagar la cuantía exigida no le provoque un desmayo y sepa aproximadamente y con antelación lo que le va a costar.

Si contrata el servicio telefónicamente las empresas deben, de forma obligatoria (previamente a la contratación del servicio), informarle de las tarifas aplicables (tiempo de trabajo, desplazamiento, elaboración del presupuesto y tarifas por servicios fuera del horario laboral). Si contrata el servicio directamente en su domicilio, la empresa está igualmente obligada a ofrecerle esta información. De esta forma, no le vendrá de nuevo cuando le pasen la factura que en ella aparezca, por ejemplo, 8.500 pesetas por una hora de trabajo, más unas 3.500 pesetas de desplazamiento al domicilio (sin incluir el IVA), más el material empleado.

Sepa que tiene derecho a un presupuesto por escrito, a exigir un resguardo de depósito si se le llevan a arreglar algún aparato y exija siempre una factura (sin ella no podrá reclamar aunque hayan abusado de usted). Estas empresas tienen unos precios para las reparaciones no urgentes (que varía también en cada empresa) y que asimismo son libres (hay quien cobra 2.800 pesetas la hora y otras 5.500 pesetas o más). Cuando se requiere esa urgencia los precios se disparan (8.000, 8.500 o incluso 10.000 más) pero eso sí a los cinco minutos sepa que el «profesional» estará en la puerta de su casa. A ello se suma el desplazamiento (suele ser de unas 3.500 más IVA).