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El president del Govern balear, Francesc Antich, hizo ayer una defensa a ultranza de la sanidad pública como «la única que puede garantizar el derecho de todos los ciudadanos a una sanidad universal, de calidad y eficiente». Y acto seguido dirigió duras críticas al «Gobierno de Madrid» en cuanto que «nuestro esfuerzo» por mejorar «nuestros hospitales» y la asistencia sanitaria «contrasta» con la «dejadez del Gobierno de Madrid».

Antich se refirió a que «todavía no hemos visto ninguno de los hospitales prometidos» y «asistimos a un incumplimiento de todos los plazos dados: la construcción de Son Llàtzer, del Hospital de Inca, del Hospital de Menorca y, lo último, la reforma de Son Dureta». Unos retrasos que Antich calificó de «muy preocupantes». Incluso, al respecto, el president puso en duda la fecha dada por la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, para la apertura de Son Llàtzer y dijo que «el Gobierno de Madrid debe asumir responsabilidades por esos retrasos». El president del Govern señaló que si el Gobierno no quiere respetar los acuerdos y abrir Son Llàtzer con un consorcio «que nos lo diga aquí y no se vaya a Logroño (allí fue donde dijo que Son Llàtzer sería una fundación)».

El presidente autonómico criticó la falta de seriedad por adoptar esta decisión fuera de toda negociación abierta con la Comunitat lo que supone «poco respeto institucional». Y, expuso que todos estos hechos no dejan más que significar «una falta de lealtad institucional en toda relación con Madrid».

Por su parte la consellera de Sanitat i Consum, Aina Salom, señaló que «lo importante es que Son Llàtzer se abra ya» en cuanto que dijo «es una necesidad urgente de todos los ciudadanos». La consellera insistió en que no hay comunicación oficial por la que se anuncie que Son Llàtzer será una fundación (que rechaza el Pacte de Progrés) y que hay una negociación abierta con el Insalud que va por buen camino. Con todo indicó que la conselleria «nunca ha sido ni será un obstáculo para que Son Llàtzer abra cuanto antes».