La plana mayor de la Federación Hotelera acudió ayer al pleno que aprobó la ecotasa. Foto: PERE BOTA.

TW
0
NEKANE DOMBLAS/RUIZ COLLADO El presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Pere Cañellas, fue categórico a la hora de valorar ayer el debate parlamentario previo a la aprobación de la ecotasa, «aquí hay algún grupo que vive en permanente mentira o vive en otra realidad. Las alegaciones que se han debatido se pueden calificar de patéticas, a parte que se ha utilizado un lenguaje de cara a la galería y que los argumentos esgrimidos no son los que se utilizan en la calle».

Cañellas, ante la atenta mirada de la cúpula de la patronal hotelera, fue aún más categórico en sus expresiones, «la crispación con el Govern no ha hecho más que aumentar con todo lo que ha acontecido y el sector hotelero se siente insultado con lo que se ha dicho hoy aquí en el debate parlamentario de la ecotasa. De momento no vamos a negociar nada y que sean los tribunales los que hablen y decidan». Apuntó que las relaciones con el Govern «están mal y ahora no es mejor momento para negociar nada, máxime cuando todo está decidido. Visto lo sucedido vamos a acelerar al máximo nuestra petición al vicepresidente Rodrigo Rato para que el Consejo de Ministros recurra la ley, la cual consideramos un mal instrumento para un buen fin».

Por lo que respecta al debate parlamentario, el pleno se saldó tal y como se esperaba y el Govern logró el apoyo de UM, a pesar de las muchas pegas que este partido plantea a la ecotasa. El portavoz de los populares, Joan Flaquer, anunció el rechazo absoluto de su partido por tratarse de un proyecto que restará competitividad. Flaquer ofreció al Govern un pacto parlamentario para recuperar parte del dinero que se recauda en Madrid y no vuelve si, a cambio, retiraba el proyecto. «Por mucho que engañe a los ciudadanos, este impuesto no lo pagarán los turistas; serán los empresarios quienes lo paguen», señaló Flaquer. Además de destacar la «dudosa legalidad» del impuesto y las graves consecuencias que tendrá para el sector, Flaquer aseguró que el proyecto se ha aprobado por «demagogia, populismo y electoralismo» e invitó al conseller de Turisme a seguir el ejemplo de Joan Mayol y dejar el Govern.

Las palabras de Flaquer tuvieron una contundente réplica del socialista Antoni Diéguez. Aseguró que tan sólo la cúpula del PP y un sector de los hoteleros están en contra de aprobar este impuesto, «que sólo traerá beneficios». Diéguez dijo que el turismo no sólo incumbe a los empresarios del sector «porque el 80 por ciento de los ciudadanos de las Islas viven de él» y añadió que el futuro de Balears «no puede ser patrimonio de un grupo de empresarios».

Pero si algo molestó a los hoteleros fueron las referencias de Diéguez a las inversiones hoteleras en la Riviera Maya. Se preguntó si invertir allí 144.000 millones no es ir contra la competitividad del sector en las Islas. Por lo que respecta a la oferta de pacto para mejorar la financiación, Diéguez destacó que el Gobierno lo podía hacer de inmediato dado que el PP tiene mayoría absoluta.