Las autoridades, los miembros de la Fundación Turística y Cultural y el obispo recibieron a Sus Majestades a la puerta de la Catedral. Foto: J.M/T.A.

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La «Missa de Gloria» de Puccini fue la pieza elegida por la Fundación Turística Cultural de les Illes Balears (Fundatur) para conmemorar el Lunes Santo con todos los mallorquines. Sucedió en la Seu, donde 2.500 personas asistieron a un concierto gratuito presidido por los Reyes en el que intervinieron la Orquesta Sinfónica Ciudad de Granada, la Capella Mallorquina, los tenores Josep Bros, Josep Maria Moreno y el bajo Ignaci Gomar. La batuta estuvo en manos de Josep Pons.

Los problemas de salud que por la mañana habían aquejado al tenor Josep Bros no le impidieron, al final, intervenir en un acto que agradó mucho al público y en el que se interpretó una pieza de juventud de Puccini, un trabajo de conservatorio del compositor italiano que se tocaba por primera vez en Mallorca, una obra de notas alegres en la que el gran protagonista fue el coro y en la que una orquesta integrada por músicos bastante jóvenes brilló bajo la dirección del director catalán Josep Pons, una de las batutas más reconocidas del país. La Capella Mallorquina demostró que afronta una nueva etapa de su trayectoria con la brillantez que caracteriza a este coro, con muchos años de historia a sus espaldas. Los aplausos sonaron al final de la intervención de músicos y cantantes durante varios minutos y una de las personas que más aplaudió fue la Reina.

Este año la organización tuvo el acierto de abrir tres de las puertas de la Seu, por lo que los asistentes pudieron acceder al templo de forma fluida, sin que se formaran aglomeraciones. Cuando los Reyes llegaron a la Seu, a las 19.30 horas, el público ya ocupaba sus asientos. En el exterior sólo quedaron quienes se habían acercado a la Catedral para ver a don Juan Carlos y a doña Sofía, que fueron recibidos con una calurosa ovación. Los curiosos aguantaron estoicamente su llegada a pesar del frío viento que soplaba en las inmediaciones del templo.

En la puerta de la Catedral les esperaban las autoridades civiles, eclesiásticas y militares, así como representantes de Fundatur. Sus Majestades recibieron la bienvenida de Francesc Antich, presidente del Govern; el obispo Teodoro Úbeda; Maximilià Morales, presidente del Parlament; Tomás Formentín, comandante general de Balears; Maria Antònia Munar, presidenta del CIM; Joan Fageda, alcalde de Palma; Catalina Cirer, delegada del Gobierno; Celestí Alomar, conseller de Turismo; Pere Llabrés, delegado diocesano de Patrimonio, y los empresarios Carmen Matutes, María José Hidalgo, Juan José Hidalgo, Pere A. Serra, Gabriel Barceló, José Francisco Conrado de Villalonga y Gabriel Escarrer.