Syliane está aprendiendo a trabajar el barro. Sobre la mesa, uno de sus primeros trabajos. Foto: CLICK.

TW
0

Syliane es noticia porque su ex marido, José Luis de Vilallonga, no la deja muy bien parada en «El fuego que no quema», libro que sobre él ha escrito su esposa, Begoña Aranguren.

"No sólo me trata mal a mí, sino que tampoco habla bien de su madre, un ser maravilloso al que, sin embargo, siempre tuvo en gran consideración. Al menos durante el tiempo que vivió conmigo. Por eso, ya digo, no sólo por mí, sino por lo que dice de ella y de su hermana, es que me deja perpleja.

En un libro que escribe sobre las mujeres que él amó, no menciona ni una sola vez a Syliane. Además, en el que ha escrito su actual esposa basado en una entrevista que le hace, la pone de vuelta y media. Syliane asegura que «cualquier persona con un poco de lógica se preguntaría cómo es posible que un señor como éste, que ha vivido durante veinticinco años con una señora, yo, en un libro que habla sobre señoras que amó ni te nombra, y en el otro, el que escribe su esposa, habla mal de mí. Y se lo preguntaría porque no lo entendería, como tampoco entiendo que su actual esposa haya permitido que opinara de mí como ha hecho en un libro que ha escrito ella. ¿Que si me ha sentado mal esto? Claro. Ella no es quien para escribir sobre alguien que no conoce. Por otra parte, me ha hecho sonreír cuando le cuenta la historia de su propio entierro, historia que me contó a mí muchas veces, y que supongo que también contó a su primera esposa. Por lo demás, él cuenta en ese libro muchas mentiras, olvidando que durante esos veinticinco años yo he estado a su lado y sé lo que es verdad y lo que no lo es. Me ha sorprendido mucho ver lo mentiroso que es. Y me ha molestado bastante que el día que almorzamos juntos, porque a mí me gusta seguir siendo amiga de todos "matiza", me regalara ese libro en el que me insulta».

De su hijo Fabrizzio dice que «está dejando pasar el tiempo y de este modo pierde los momentos mágicos que un hijo puede pasar al lado de su madre. No quiero decir que me gustaría verle todos los días, pero sí tener con él de vez en cuando una conversación normal, como la que mantiene cualquier madre con su hijo. Pero, ¡qué puedo hacer! si él no lo quiere así. A mí lo que me da pena es que sólo escucha y ve lo que dice José Luis, cosa que por otra parte es normal, pues ha vivido con él durante veinticinco años y lo ha educado así. Pero, ¿qué ejemplo puede dar una persona a un chico que insulta a su madre y a su hermana? Si él, en vez de apoyarle en sus rabietas o en animarle a que me insultara, hubiera hecho todo lo contrario, posiblemente seguiríamos los tres juntos».

Syliane está aprendiendo a trabajar el barro. Le gustaría ser ceramista, y en esas está. En su casa tiene un pequeño taller en el que está haciendo sus primeros pinitos, uno de los cuales, un busto de mujer-macetero, ya luce sobre la mesa camilla del porche, junto al jardín que poseen en el Port d'Andratx.