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El sector de Balears recibirá este mes el primero de los dos superferrys de Trasmediterránea destinados a enlazar el puerto de Palma con los de Barcelona y Valencia. Se trata del Sorolla, al que el próximo mes de mayo le seguirá el Fortuny, cuyas prestaciones y servicios les sitúan al nivel de algunos buques de cruceros. Construidos en España en los astilleros Hijos de J. Barreras, en Vigo y Astilleros Españoles, en Puerto Real por un valor unitario de 13.200 millones de pesetas, están destinados a marcar un hito en el historial de la compañía y de la Marina Mercante española.

Con una capacidad de mil pasajeros y 330 vehículos, los nuevos superferrys miden 172 metros de eslora por 26 de manga y su velocidad de 23 nudos les permitirá cubrir la travesía entre la capital balear y la Península en 6 horas. Estas prestaciones les sitúan en una escala intermedia entre las nueve horas que invierten los actuales buques canguro y las 3'5 de los fast ferrys. Asimismo, estos buques serán del tipo «todo tiempo» por lo que sus servicios no se verán afectados por las malas condiciones climatológicas.

A sus considerables dimensiones incorporan los últimos avances tecnológicos, así como un par de aletas estabilizadoras, y tanques antiescora que corrigen la inclinación en condiciones adversas. Por lo que se refiere a las instalaciones, a bordo ofrecerán 32 suites de clase Club, 165 camarotes de clase turista, 6 para discapacitados y 252 butacas. Los pasajeros dispondrán de restaurante a la carta, autoservicio, bar-cafetería, pub además de novedades como una piscina cubierta con solarium y un gimnasio con sauna y jacuzzi, sala de cine y discoteca.

La incorporación de ambas unidades se inscribe en el actual plan de renovación de la flota de Trasmediterránea, que ha supuesto la venta de cinco buques por valor de 4.000 millones de pesetas. Éstos son el fast ferry Alcántara, el canguro Ciudad de Palma y los buques ro/ro Ciudad de Alicante y Ciudad de Cádiz.