TW
0

Se murió Ramón Mendoza, un buen hombre y un presidente que cosechó una gran quinta de futbolista "la del Buitre" y muchos triunfos para el Madrid, aunque le falló siempre la Copa de Europa. Fue, además, amigo de los periodistas. Quien suscribe, que le conoció en el 84, en el restaurante ABC, cuando vino en campaña, siempre fue bien tratado por él. En cuanto a su vinculación con Mallorca, fue grande. Aquí deja buenos amigos: Marta Gayá "a quien solía invitar a pasar las vacaciones en Bermudas", Marieta Salas, Pepe Oliver, su hermano Gabriel, «El Cubano», etc. En el Club Náutico, primero, en el de Mar, después, y en Puerto Portals, hasta que lo vendió, amarró su barco de toda la vida, el «América». Recuerdo aún aquel verano en que paseó a toda la plantilla madridista tras disputar en el Lluís Sitjar el Ciudad de Palma. O aquella mañana en que, tras darse a conocer la separación de Isabel Presley con el marqués de Griñón, ex marido de su por entonces compañera, Jeannin Giraud, sitiamos el «América» para hacerle unas fotos, que le hicimos, pero muy mal, pues no se dejó. Mientras, Ramón se partía de la risa viéndola huir escaleras abajo. También supo estar en los momentos amargos de la vida. Cuando Rodolfo Bay y su esposa, Marta, hermana de Jeannin, su compañera, murieron en Palma, en accidente de tráfico, él vino a buscar los cadáveres que trasladó a Madrid erigiéndose un poco como en el portavoz de la familia, atendiendo a todo el mundo. Al año de separarse de Jeannin, ya que ésta se cansó de esperar a que Ramón se divorciara de su esposa, pero a éste no le apetecía, le sorprendimos en Palma con una bella mujer, Sara, la que se convertiría en su compañera hasta el fin de sus días, a quien dio un paseo en galera. Como había vendido el «América», se hospedó en casa de Marta Gayá. Tras sufrir uno de los primeros infartos, decidió retirarse y se compró un barco, el «Secret Love», al que rebautizó como «Amor Secreto», con el que se vino a Mallorca el año pasado, amarrándolo en Portals e invitando a viajar un día en él a la italiana Antonia dell'Atte. Descanse en paz.