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Si algo caracterizó la IV Degustació de la Mostra de Cuina Mallorquina celebrada en el marco del Casino Paladium fue la generosidad de las raciones, y la calidad y exquisita puesta en escena de los platos presentados. Con relación a estos tres aspectos fue consultado el presidente de la Asociación de Restauración, Antonio Gil, quien destacó que «serán servidos de igual forma durante la Mostra, salvo algún leve detalle de guarnición».

La última cena degustación contó con numerosa asistencia de invitados, entre los que se contaban el diputado Joan Verger, y Josefina Casal, directora d'Ordenació de la Conselleria de Turisme. Por este orden fueron presentados los platos de arròs sec amb esclata-sangs i caragols (Can Quirante); greixonera de mussola amb verdures (Casino Paladium); supremes d'anfòs amb gambes (L'Arcada); Lluç farcit de marisc (Ca's Cotxer), y frit pagès de llom (Pipp'os). En el capítulo de postres de se degustaron gató d'ametla i trufes de Confitería Frasquet, y pastís de fortmatge i cafè i palo de xocolata, de Blat Madur.

Al ser un menú en el que primó el pescado, triunfó merecidamente el Blanc de blancs 2000 de las bodegas Macià Batle. Con el frito se sirvió el tinto de José Luís Ferrer. Las especialidades presentadas son dignas de tener en cuenta por la elaboración que conllevan. Muy típico, el plato de arroz; de alta cocina el recreado por el joven Benja, chef de Cas Cotxer; y de buen grado de fidelidad a la tradición el frito de lomo de cerdo. Nuestro ánimo a los chefs, que van directos al estrellato.