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El Parlament inició ayer la tramitación parlamentaria de la Llei de Comerç tras el voto en contra del Pacte de Progrés a la enmienda a la totalidad presentada por el PP, que calificó de intervencionista el proyecto elaborado desde el departamento que dirige Pere Sampol. El vicepresidente del Govern defendió su ley y dijo que el PP «tiene pocos argumentos para presentar una enmienda a la totalidad».

El diputado del PP Gaspar Oliver criticó que el proyecto de la Llei de Comerç «quiera imponer el uso del catalán en los establecimientos comerciales con más de cinco empleados». «El catalán no debe imponerse en ningún sitio», defendió Oliver, quien aseguró que el Govern «ha hecho una ley intervencionista» y advirtió que «el pequeño comercio perderá con esta ley, al igual que los consumidores». El diputado del PP tachó de contradictorio que haya un artículo que limite la apertura de comercios en domingo en zonas turísticas. Según Oliver, esta medida «sólo va a perjudicar al pequeño comercio».

Sampol, en relación a la exigencia para que los comercios utilicen el catalán, recordó que los consumidores «también tienen derecho a ser atendidos en su lengua». El vicepresidente del Ejecutivo negó que la ley sea «intervencionista» y descartó por completo que se hayan invadido competencias estatales en materia de comercio.