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El presidente del Govern balear, Francesc Antich, acudió ayer al encuentro que la Hermandad de Donantes de Sangre organizó en el Pueblo Español de Palma acompañado por la consellera de Sanidad, Aina Salom, y el alcalde de Palma, Joan Fageda, a quienes se les impusieron sendas insignias. El presidente de esta hermandad, Pere Vallespir, recibió a los representantes del Ejecutivo autonómico en la reunión, en la que se concedió la Orden Internacional a la Donación de Sangre en grado de «chevalier» a Matilde Mulet y Antonio Sepúlveda, y que contó con la participación de más de mil personas.

El presidente de la Federación Nacional e Internacional de Donantes, Martín Manceñido y el presidente de la Federación Balear, Onésimo Bagur, también participaron en el evento. Y en este solidario encuentro fueron galardonados con la insignia y un diploma las personas que han donado sangre en 10, 25, 50 y 75 ocasiones. Tanto el presidente Antich como el alcalde Fageda destacaron el espíritu solidario de las personas que dedican parte de su tiempo libre a trabajar por la donación de sangre. «Con la donación de sangre de forma altruista se han podido salvar muchas vidas», manifestó Antich.

Los dos distinguidos con el grado de «chevalier», Matilde Mulet y Antonio Sepúlveda, se mostraron muy emocionados por este reconocimiento público a su labor en pro de la donación de sangre a la que han dedicado buena parte de su vida desde la década de los setenta. Mulet dedicó su galardón a «todas las personas que han hecho posible que yo esté hoy aquí»; Sepúlveda lo dedicó a su familia, «que me ha ayudado a compaginar mis tareas profesionales y familiares con el mundo de la solidaridad». Vallespir agradeció la labor de los donantes y aprovechó la ocasión para anunciar que no se presentará a la reelección como presidente de la Hermandad de Mallorca.