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El truc, cuyos auténticos orígenes se desconocen, es un juego de envite "una modalidad de apuesta" y puntos. Elementos necesarios para «echar una partidita»: dos parejas de jugadores "sin distinciones de sexo, currículum o edad", una baraja española y ganas de divertirse y chafardear. Porque para jugar bien y «con dignidad» al truc no basta con memorizar el reglamento o tener suerte con las cartas. Un buen jugador tiene, además, que aprender el arte de farolear, cuestión ésta de picardía y de intuir el momento idóneo para soltar su farol sin parpadear.

Se entregan tres cartas a cada jugador y la partida empieza. Es imprescindible la compenetración con el compañero y el manejo de «la seña» para informarle de la jugada que poseemos sin que se entere el contrario. Y después empieza el jaleo: «Envit!... Jo envit!... Vull!... Truc!... Retruc!... Y así hasta que termina, al cabo de una hora o más, la partida.

Constantino "40 años jugando al truc", Antoni "¡55!", José "20", Tomeu "ni se acuerda"; «montan» la partida cada tarde en Ca'n Vich, el bar donde se reúnen y organizan torneos los miembros de la asociación Amics del Truc desde 1989. Opinan todos que para jugar bien «hay que ser valiente y cobarde a la vez». Valiente cuando no se llevan buenos puntos y hay que farolear, y cobarde cuando las cartas «vienen bien dadas, para que no se note». Pero «hay que ser espabilao porque es un juego de fantasmas...», dicen riendo. Y como desde que empieza la partida hay que ir minando la moral del enemigo, sucede a veces que alguien se enfada, se levanta y se va, porque no aguanta ir perdiendo y que encima le tomen el pelo.

«El jugador de truc disfruta haciendo la puñeta al contrario. Y si pierdes... ¡que Dios te coja confesado!, porque te juegas el pundonor», explica Lluís Segura, organizador del Campionat de Truc de Mallorca desde su creación en el año 88. Y no es una cuestión de dinero porque quien pierde, en todo caso, paga la ronda. Perder es un «duro» golpe a la honrilla y hay que saber mantener el tipo porque... «Queda, per tant, ben entès que el més important és per damunt de guanyar el Truc foter-se'n del qui ha perdut» (De una sentencia popular acerca del juego del truc).