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Los lazos de hermandad entre los vecinos de Porreres y la localidad catalana de Porrera se van estrechando año tras año. Ahora hace cuatro años que el agermanament se hizo oficial; sin embargo, las relaciones entre los dos pueblos comenzaron en 1993 cuando en Porreres se hizo la primera Calçotada para recaudar fondos para Porrera, que sufrió graves inundaciones.

Este fin de semana, 48 vecinos de la localidad del Priorat han visitado Porreres. El alcalde de Porrera, Salustià Àlvarez, explicó que «esta visita es una asignatura que teníamos pendiente». Y quiso dejar claro que «los Ajuntaments sólo podemos los medios, pero los contactos entre los dos municipios nacen de una petición popular y por eso las relaciones durarán hasta que la gente quiera».