Los expedicionarios se fotografiaron en la cima de l'Ofre (1.091 metros).

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Rafel Cloquell, Toni Medina, Tomeu Cañellas, Fernando Chamorro, Sandra Herrera y Ramon Ribera iniciaron el pasado 1 de marzo una aventura que aún hoy sorprende a muchos: aprovechando los cuatro días del puente del Dia de les Illes Balears se propusieron subir a los 25 picos de más de mil metros que hay en la Serra de Tramuntana.

Para esta «aventura», que se hizo con el propósito de demostrar que la Isla ofrece buenas posibilidades para el montañismo sin necesidad de viajar a paisajes lejanos, los expedicionarios tuvieron que prepararse a conciencia: «Aunque todas las semanas salimos al monte, en las previas a esta convocatoria, estuvimos preparándonos más a fondo», asegura Cloquell, del grupo excursionista Els Xots que, documentado sobre el tema, afirma que es la primera vez que un grupo así ha emprendido una aventura en la que han superado un desnivel de 8.091 metros acumulados en ascención en un total de 36 horas de marcha.

El grupo tenía el centro de operaciones en Lluc y dividieron los cuatro días de marcha por sectores. Así, estaba claro que la aventura tendría como punto de partida la subida al Galatzó, la montaña mágica de Mallorca y acabaría en el Puig Roig, un pico donde los propietarios sólo abren las puertas a los excursionistas el domingo.

La subida al Puig Major, en manos de los militares, no fue lo problemática que hubiera podido parecer en un principio: «Allí son más tolerantes que en épocas anteriores con los montañeros, aunque nos pidieron que no nos acercáramos por las instalaciones militares», dice Cloquell.

El viento fue, tal vez, el elemento que jugó en contra de la aventura: «Ráfagas de ciento veinte metros por hora nos obligaron a variar algunas rutas que se desarrollaban por las aristas de los montículos». Las mochilas, que apenas pesaban llenas con barritas energéticas y algo de agua, no ayudaron en la lucha contra el viento.