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El Ajuntament de Palma ha llevado a cabo en estos últimos años diversas actuaciones para intentar regular, del modo más adecuado posible, la problemática circulatoria ocasionada por el gran incremento del parque de vehículos. En la actualidad, el máximo responsable en Cort para estas cuestiones es el teniente de alcalde de Governació i Funció Pública, José Manuel Sierra.

"Hablemos de las tarifas de los aparcamientos subterráneos...
"Bueno, ahora existen dos elementos importantes para regular el aparcamiento, las zonas ORA y los aparcamientos subterráneos, pero ambos se han ido desvirtuando. Éstos últimos tienen una función más de garaje que de aparcamiento, pues la gente deja el vehículo siete u ocho horas seguidas. Es necesaria una mayor rotación. Es cierto que las tarifas han subido, pero el periodo de dos a tres horas será más barato que antes. Además, introducimos la tarifa de media hora. En definitiva, sólo se penalizan las largas duraciones.

"Los ciudadanos se quejan de los problemas de circulación...
"Hay que tener en cuenta que Palma vive una situación muy especial, es la segunda ciudad del mundo en número de vehículos por habitante. Hecha esta constatación, hay que intentar ordenar al máximo el tema del parque de automóviles, partiendo de la premisa de que la utilización del vehículo privado es excesiva. Cogemos el vehículo para hacer recorridos cortos, en los que no sería necesario.

"¿Cuál es la solución?
"Hay que ir dando posibilidades al ciudadano para que poco a poco vaya confiando en otros medios alternativos. La nueva ordenanza circulatoria municipal va en esa dirección.

"¿Qué destacaría de ella?
"Es el elemento normativo para legislar sobre las cuestiones de circulación. Sus objetivos fundamentales son la protección del peatón y la del medio ambiente. Hay que construir aparcamientos, pero a la vez tomar medidas para que la gente, poco a poco, utilice menos el vehículo privado.

"Queda el tema de la propia concienciación...
"Tú puedes hacer una normativa muy buena, un estudio de movilidad que tenga unas medidas adecuadas, pero es necesaria la colaboración ciudadana. El ciudadano ha de tomar conciencia de que entre todos tenemos que hacer una ciudad más agradable, si no es imposible mejorar. Se pueden poner muchas multas y adoptar muchas medidas, pero lo que de verdad necesitamos es la colaboración y la mentalización ciudadana. Por su parte, la Administración tiene que dar alternativas.