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El ex conseller de Trabajo Guillem Camps afirmó ayer que las acusaciones de falta de rigor en el uso de los fondos europeos para formación lanzadas por su sucesor, Eberhard Grosske, son «falsedades» destinadas a «esconder sus problemas de incompetente».

Camps, actual diputado del grupo popular, indicó en los pasillos del Parlament que mañana, jueves, dará «cumplida cuenta» de las acusaciones de Grosske en la sesión de la Comisión de Asuntos Sociales sobre esta cuestión, aplazada la semana pasada. Grosske se había reafirmado en sus acusaciones por posibles falsedad documental y prácticas fraudulentas en la gestión de los fondos de la UE para cursos de formación entre 1994 y 1999 y achacó la mayoría de las irregularidades al anterior Govern del PP.

El ex conseller acusó a Grosske de crispar «extraordinariamente a nuestra sociedad» en vez de resolver graves problemas como el de la inseguridad laboral, del que le consideró «el gran culpable». Camps recordó que el año pasado se registraron en el archipiélago 33.000 accidentes laborales, mientras que este año ya se han producido 6.000.

Respecto a las críticas de Grosske por el funcionamiento del Codefoc, el diputado del PP resaltó que en la actualidad este consorcio «esta gastando 300 millones anuales», mientras que el conseller ha censurado un gasto de 400 millones en el periodo 1994-99.

Grosske afirmó: «Comenzaron por crear un organismo fantasma, que fue el Codefoc (Consorcio para el Desarrollo y Formación Ocupacional) que no era más que una unidad administrativa de esta Conselleria; los contratos de obras y servicios de 36 de los 51 empleados de esta entidad eran irregulares y que sus salarios no podían costearse con las ayudas europeas, lo que obligará al Govern a devolver a la UE 400 millones de pesetas». «Que se aclare y que soluciones los problemas que tiene planteados la sociedad. Debería tener más capacidad y contundencia», declaró Camps.