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MÓNICA GONZÀLEZ/EFE
Adolfo Pérez Esquivel, premio nobel de la paz del año 1980, abogó ayer en Palma por la reunificación de los presos etarras en el País Vasco y por emprender la vía del diálogo como única salida del conflicto terrorista en España. Pérez Esquivel participó ayer en el Seminario «Educar para una cultura de paz y convivencia», que, organizado por la Obra Cultural y Social de Sa Nostra-Caixa de Balears, se celebrará en Can Tàpera este mes. Junto a Esquivel, Juan Carrero Saralegui, que presentó en 2000 y también en 2001 su candidatura al premio Nobel de la Paz, intervino con la conferencia «¿Desde la filosofía de la no violencia, cómo se lucha contra el poder y la codicia?».

Para el nobel de la paz argentino el problema terrorista en España precisa «soluciones políticas, y no sólo policiales como pretende el Gobierno, que lo afronta como un conflicto de baja intensidad». Su intermediación en el conflicto durante un año y medio, al final de la época socialista, le llevó a defender la convocatoria de un referéndun para que el pueblo vasco se defina. En su opinión la política llevada a cabo por el candidato popular a las elecciones vascas, Mayor Oreja, «cerró toda posibilidad al diálogo y por eso no se pudo avanzar durante la tregua» y auguró que «si sale elegido lehendakari las posturas se endurecerán».

De forma tajante declaró que «hay que pedirle a ETA que acabe con la acción terrorista, pero también reclamar al Gobierno que traslade a los presos etarras, pues sería un importante paso de distensión, y que se posibilite el diálogo y que el pueblo vasco se exprese». Las declaraciones de Esquivel provocaron una reacción inmediata por parte de la portavoz de UA en el Parlamento Vasco, Enriqueta Benito, quien exigió «mayor respeto para quienes sufrimos la barbarie terrorista» y aseguró que el premio Nobel «se equivoca sobre la forma en que el PP ha tratado el problema».