Excelente cantante y magnífica comunicadora, Jocelyn Brown contectó con el público. Foto: S.AMENGUAL.

TW
0

Por supuesto, también influyeron en el lleno los demás componentes de la fiesta que organizó Virtual Group: cuatro Djs: Daniel Klein, Nacho, Carlos Francisco y Javi de Colors, y el performance Gore Grup. A medida que avanzaba la noche iba subiendo el tono. Servidor, inmerso en aquel océano de gente, lo iba notando cada vez más, pues de calma chicha pasó en poco tiempo a fuerza 3, y a nada que comenzó a cantar Jocelyn, no había quien se estuviera quieto.

Era algo, ¿cómo se lo diría?, como estar entre marejadilla y mar gruesa. Y si no, que se lo pregunten a Mikimoto, a quien vi también perdido entre el gentío. Y encima, la negrita, algo entrada en carnes, pero dotada de un enorme poder de comunicación y de una voz prodigiosa, puso al personal como una moto desde la primera canción hasta la última, el Beleve. Además, Jocelyn, a quien recordamos en su primera visita a Mallorca, cuando actuó en BCM, en su segundo año de vida, es generosa. No escatimó esfuerzos y deleitó al público con siete de sus éxitos, convirtiendo una actuación relativamente corta en cortísima, por lo buena. Ahora dicen que Virtual Group tiene en cartera a Barry White, y que a nada que se ponga a tiro, o sea, que rebaje algo "mejor si es bastante" esos cuarenta millones que pide, seguro que nos los traen, puesto que anteanoche, con Jocelyn, puso el listón muy alto y no es cuestión de rebajarlo.

Por espacio de una hora más, continuó la sesión de Dj, con bailarines de alto tacón "dragg queens, seguro" y bailarina de pechos sólo cubiertos con tatuajes, y maestra en jugar con fuego.

Así que serían las seis de la mañana cuando apareció sobre el escenario Chiqui Marti, dispuesta a demostranos cómo se hace un striptease en toda regla, y a fe que lo consiguió. Lástima que la seguridad se pusiera tan pesada no dejando trabajar a los fotógrafos, que de habérselo permitido, el reportaje gráfico hubiera sido más completo. Pero, aparte de esto, Chiqui demostró por espacio de nueve minutos, bajo luz de linternas, niebla artificial y rayo láser, y al final ayudándose con pintura fosforescente con la que impregnó parte de su cuerpo, que el striptease, al que domina totalmente, en su cuerpo es puro arte.