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La recaudación fiscal en Balears entre 1990 y 1997 superó en 137.000 millones de pesetas anuales el gasto público en la Comunidad, según un estudio sobre la balanza fiscal autonómica de Àngel de la Fuente, vicedirector de análisis económico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El informe, titulado «Un poco de aritmética territorial: anatomía de una balanza fiscal para las regiones españolas», señala que el reparto regional de los recursos públicos en España resulta «claramente insatisfactorio». Según De la Fuente, el sistema de financiación territorial «no parece responder a criterio de igualdad ni de solidaridad» y depende «excesivamente de criterios arbitrarios», por lo que debería ser corregido a través de una «profunda reforma».

El estudio analiza los «flujos fiscales» generados por la actuación del sector público "la diferencia entre el gasto público en una determinada comunidad y los ingresos tributarios que se recaudan en la misma" en el período 1990-1997 en las autonomías españolas, que expresa en pesetas del año 1999. Según De la Fuente, cada año de ese período se ha producido, como promedio, un «flujo redistributivo interregional» de 2'8 billones de pesetas, en el que cinco comunidades autónomas presentan saldos negativos, es decir han aportado más de lo que han recibido.

Así, Madrid tiene un saldo negativo de más de 1'3 billones de pesetas anuales, seguida por Cataluña, con algo más de un billón, y muy de lejos por la Comunidad Valenciana (217.000 millones), Baleares (137.000) y La Rioja (11.000).

Por el contrario, el resto de las comunidades reciben más de lo que aportan, especialmente Andalucía, casi un billón, muy por delante de Extremadura, Castilla y León, Galicia y Castilla-La Mancha, todas ellas con saldos positivos de unos 300.000 millones de pesetas al año.