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Las 44 empresas familiares de Balears facturaron el pasado año un total de 800.000 millones de pesetas, un 20 por ciento más que en 1999, y proporcionaron trabajo a unas 25.000 personas, según confirmó ayer Marilena Jover, de la Asociación Balear de las Empresas Familiares en el transcurso de unas jornadas realizadas en un hotel de Palma.

Las empresas familiares generan el 7% del PIB balear y las jornadas, organizadas conjuntamente con la firma Ernst & Young, estuvo dirigida a los miembros de la asociación con el objetivo de concienciarles sobre la importancia que estas empresas tiene en el entorno social y económico.

«El problema más importante que tiene el sector es el tránsito generacional y la forma de gestionar las empresas bajo las nuevas exigencias», dijo la portavoz de las empresas familiares de Balears. «Lo fundamental es asegurar la pervivencia de este modelo de empresas; en este sentido, la importancia de la globalización y de contemplar mercados cada vez más amplios es una factor clave que incide en la competitividad de las empresas familiares», añadió. La apertura del acto estuvo a cargo de Antonio Bosch, socio de Ernst & Young, que se refirió al tema «Los consejos prácticos para afrontar la internacionalización». Jover, precisamente, sustituyó al presidente de las empresas familiares, José Luis Roses, que no pudo asistir a las jornadas.

También intervinieron Eduardo Sanfrutos, de Ernst & Young, quien disertó sobre el «Marco tributario actual de las inversiones en el exterior», Joaquín Velasco, Carlos Arias y Marta Àlvarez, que se refirieron a las experiencias prácticas de planificación internacional y la problemática de los trabajadores expatriados, respectivamente.