Las reses que están inmovilizadas en la explotación Santa Eulàlia de es Mercadal tendrán que ser sacrificadas. Foto: M. TRAID.

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El laboratorio de Referencia de Zaragoza confirmó ayer por la mañana que «Pamela», la vaca de la finca Santa Eulàlia de es Mercadal, sufría la encefalopatía espongiforme, según señaló el propio conseller d'Agricultura, Mateu Morro. Desde que el laboratorio de Algete, Madrid, hizo público que la res de Menorca había dado positivo en un primer test priónico, los técnicos de la Conselleria han estado esperando a las segundas pruebas para poner en marcha las medidas de control y erradicación que establece el Gobierno central para cuando se confirma un caso.

De esta forma, según aseguró Morro, el Ejecutivo autonómico tendrá que estudiar ahora qué hacen con las 66 vacas, ahora inmovilizadas, de la explotación donde murió el animal y con el resto de reses que han tenido contacto con él un año antes y un año después de que naciera. En todo caso el conseller aseguró que la intención de su departamento es «cumplir escrupulosamente» con la normativa y ésta, a nivel nacional, establece que se han de sacrificar los animales, aunque la normativa europea es más ambigüa en este aspecto. Morro no supo cuantificar a cuantos animales afectará la «drástica medida» pero lo cierto es que la res, con número de crotal 5472D, nació durante 1991 en la explotación Hort de Llucatx y fue vendida en 1994, meses antes de que cerrara la ganadería.

El primer propietario de la animal, Vicente Garau, confirmó a este diario que cuando quebró la explotación tenía 160 reses y que buena parte de ellas, (estima que unas sesenta) fueron vendidas en pequeñas cantidades a ganaderías de la zona mientras que el resto, (unas 100), fueron al matadero ya que eran viejas. El mayor problema que tiene ahora la Conselleria es decidir qué hacer con los cuerpos de los animales que se sacrifican, animales a los que, por otra parte, también hay que realizarles los tests priónicos. La opción que cobra más fuerza en estos momentos es sacrificarla y enterrarlas en caso de que todas den negativo en las pruebas y optar por la incineración en Girona de aquellos animales que den positivo en caso de que aparezcan.