El año 2000 se cerró con un total de 9.423 nacimientos en las
Islas. Ello supone volver a los niveles de principios de la década
de los ochenta (9.350 nacimientos en 1981) si bien aún existe una
brecha respecto al «baby boom» de la década de los setenta cuando
se superaban los 12.000 nacimientos.
Los datos facilitados por la Conselleria de Sanitat constatan un
progresivo aumento de los nacimientos en las Islas después del
bajón de los años 1992 (8.278), 1993 (7.903 nacimientos) y
especialmente 1994 (7.200) como consecuencia de la crisis económica
que azotó a todo el país y repercutió en las Islas (especialmente
en el turismo). La mejoría económica de mediados de los noventa ha
llevado a que el número de nacimientos desde 1994 a el año pasado
haya crecido un 30'87% (2.223 nacimientos más).
Además de la mejora económica, otras de las razones para
explicar el incremento de los nacimientos en las Islas es la
llegada de mano de obra inmigrante (extracomunitaria) y con ellos
(en los dos últimos años) de su familia. Se trata de otra cultura
donde le media de hijos por familia es muy superior a la europea,
que apenas alcanza una media de un niño.
La proliferación de la inseminación artificial y de la
fecundación in vitro también contribuye a un aumento de los
nacimientos ya que se tratan, normalmente, de partos múltiples.
Así, se registra en hospitales como Son Dureta un espectacular
aumento de los partos múltiples, superándose con creces lo que
podría considerarse normal de un parto gemelar (de gemelos) cada
cien. El año pasado se produjeron sesenta partos gemelares y 54 en
1999 lo que supone unos porcentajes sobre el total de partos
cercanos al 4% y muy por encima de esa regla de un parto gemelar
por cada cien. Además, se registraron cinco partos de trillizos (3
en 1999), también muy por encima de lo que podría considerarse
normal.
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