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Los alumnos, el profesorado y el personal de administración y servicios de la Universidad a Distancia (UNED) anunciaron ayer la adopción de una serie de medidas de presión encaminadas a evitar que el Consell de Mallorca retire de forma definitiva su aportación de casi 60 millones de pesetas al centro asociado de la UNED de Balears.

El director del centro asociado, Miguel Àngel Vázquez, y representantes de los estudiantes, profesores y PAS expresaron, en rueda de prensa, «su desacuerdo con el comunicado del Consell de Mallorca en el que anuncia la retirada de la subvención al centro asociado de la UNED, creando una alarma social entre los alumnos». Vázquez consideró que la decisión no se basa en motivos económicos, «porque permitir acceder a una enseñanza superior a los 3.400 alumnos por poco más de 20.000 pesetas por estudiante no es dinero».

El delegado de los tutores, Pedro Talledo, insistió en que se trata de una «decisión política» y señaló al PSM y al conseller de Educació i Cultura del Govern de les Illes, Damià Pons, como responsables directos de esta decisión y comentó que cuando Pons formaba parte del patronato de la UNED en la anterior legislatura «ya quería hundir el centro».

Por su parte, Javier García, en representación de los alumnos, leyó un comunicado en el que lamentan «la actitud del Consell de Mallorca al retirar la subvención que lleva aportando en los últimos 24 años, desde la creación de nuestro centro». Para éstos, la medida «supone una mutilación cultural en las Islas, porque impide a un sector de la población importante de nuestra comunidad de Balears acceder a los únicos estudios universitarios, que por nuestras obligaciones laborales y familiares podemos realizar», y se mostraron «preocupados, alarmados e indignados» porque «desaparezca nuestra única vía de estudio».