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Reyes, reinas, aguerridos caballeros, bellísimas damas, payeses y mestres artesans de dimensiones gigantes se dieron cita ayer con otros gigantes más contemporáneos "¿puede ser alguien más moderno que Doraemon?" en la IV Trobada de Xeremiers organizada por la Associació Grup de Geganters de la Sala con motivo de las fiestas de Sant Sebastià.

El punto de encuentro fue el Born. Sobre las 10.30 horas empezaron a concentrar los Gegants zapateros de Inca, Cabrit y Bassa de Alaró, el Rei En Jaume y la reina Violant d'Hongria de Calvià; En Llorenç y N'Eulàlia de Alaior; En Robafaves, La Geganta, La Toneta y El Maneló de Mataró; L'Avi Montassell y La Goja de Vallgorguina; los Nanos de Caravaca; Maties, Monserrat, Marc y Vinyols de Montblanc; Lluís de Queralt, Coloma, Ramon de la Pita, Doraimon y la Nina de Santa Coloma y los Gegants Xeremiers y Pagesos del Ajuntament de Palma.

Pero un pasacalles necesita de la música. Algunos de los Gegants venían acompañados de sus propios músicos. Los Gegants de Palma tuvieron nueva compañía: la Banda de l'Escola Municipal de Xeremies de Palma en su primera actuación pública. El punto final de esta Trobada fue la Plaça de Cort, donde esperaban a sus «colegas» En Tòfol y Na Francinaina, los Gegants de Palma, que no se pueden mover.

Allí, ante el alcalde de Palma, Joan Fageda "al acto se sumaron la edil de Participació Ciutadana, Maria Josep Frau y el de Alaró, Josep Gomila" todos los Gegants danzaron y recogieron un obsequio del Ajuntament de Palma en conmemoración de esta cuarta trobada. Los últimos en bailar fueron los anfitriones: los Gegants Xeremiers y los Gegants Pagesos, réplica de los que se perdieron en 1936.