Las visitas a las cuevas del Castell de Bellver se hicieron ordenadamente, por turnos.

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Alrededor de 600 personas visitaron las cuevas del Castell de Bellver a lo largo de la mañana de ayer. Lo hicieron por turnos, de unas cuarenta personas en cada uno de ellos. Fueron visitas guiadas, por lo cual el visitante sabía lo que estaba viendo. Se trata de cuevas muy grandes, muy bien iluminadas y perfectamente observables desde el camino.

Por lo demás, el público se lo pasó muy bien presenciando la exhibición ecuestre que por espacio de media hora se desarrolló un poco más arriba, o sea, sobre la superficie, a la vera de las instalaciones que la Policía Montada tiene en Bellver.

En primer lugar, pudimos presenciar una exhibición de tándem, es decir, caballo guiado por jinete desde caballo que marcha por detrás de éste. En total fueron cuatro tándems, que pusieron de manifiesto una disciplina y sincronización que casi rayaron la perfección. A continuación, fue presentado en sociedad Beduino, un potrillo de seis meses, cruzado, bello y simpático, del que la policía espera obtener un gran rendimiento en el futuro. Siguió la exhibición de Olmo, un magnífico ejemplar de raza española, blanco como la leche, que dio una lección de doma española, producto de muchas horas de trabajo y paciencia. En penúltimo lugar hizo las delicias de los pequeños la mascota de la casa, el simpático poni Trampó, concluyendo la mañana con un carrusel de ocho caballos, con jinetes sin lanza, que formaron figuras, todas ellas de una enorme belleza.

En total participaron 15 policías ¿Que por qué el carrusel se hizo sin lanza? Porque, según explicó el oficial, ya lo hicieron el año pasado.
La exhibición, a la que asistió el alcalde Fageda, fue premiada con grandes aplausos por parte del público que abarrotó el recinto.