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El president del Govern y representantes de los tres consells insulars acordaron ayer presentar alegaciones en defensa de la constitucionalidad de la ley de Consells al estimar que el recurso presentado por el Gobierno ante el Tribunal Constitucional carece de «fundamentos jurídicos», tal y como aseguró el propio Francesc Antich al término de la reunión. Además de Antich, al encuentro acudieron las presidentas de Menorca y de Eivissa, Joana Barceló y Pilar Costa, y el conseller de Mallorca Miquel Nadal, ya que Munar se encontraba enferma.

El president afirmó que la controvertida ley no es un «capricho» del Govern, sino la expresión de aquello que contempla el Estatut: que los consells son instituciones autonómicas. Antich añadió que sólo la llegada del Pacte de Progrés al Govern ha permitido dar el impulso autonómico definitivo que defiende unos consells insulars fuertes «sin ser instituciones tuteladas». «La ley de Consells ha sido un paso de gigante en la historia de nuestra autonomía», señaló Antich.

Francesc Antich opinó que la decisión del Gobierno de presentar un recurso en contra de la ley «es el resultado de una lectura inflexible, rígida e incluso imposible» sobre la configuración de los Consells como órganos de gobierno. Por lo que respecta al pliego de alegaciones que presentará el Govern en defensa de la ley, el president dio algunos retazos de cuáles serán los argumentos jurídicos del Govern.

El president destacó que ayuntamientos como Barcelona o Madrid tienen juntas de distrito con amplias competencias, formadas por órganos no electos, por lo que la existencia de estos órganos en los Consells no supone una novedad. El Govern argumenta además que si él gestiona las competencias con un gobierno propio, cuando éstas son cedidas a los Consells las instituciones insulares también deben gestionarlas con un gobierno propio que también incluya a cargos no electos.

El Govern añade que el Consell Executiu no es más que un órgano complementario al Pleno, la Presidència y la Comissió de Govern que está sometido al control político de estos organismos. El control administrativo de este organismo queda asegurado con la posibilidad de recurrir sus decisiones.