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«El riesgo de que la enfermedad de las 'vacas locas' llegue a Balears es mínimo entre otras razones por la insularidad, las limitaciones de transporte y las medidas preventivas que se han adoptado». Este fue uno de los argumentos tranquilizadores que se escucharon ayer durante la conferencia que, bajo el título «El mal de les vaques boges», ofrecieron Margalida Buades y Josep Francesc Rigo, jefa de la sección de Mataderos e Industrias Cárnicas y coordinador para la Vigilancia de las Encefalopatías de la Conselleria de Sanitat respectivamente.

La conferencia, organizada por la Escuela de Enfermería de la Universitat de les Illes Balears, se estructuró desde un punto de vista científico aunque no se obvió las repercusiones que ha tenido en los consumidores la aparición de la enfermedad. Tanto Buades como Rigo relataron los procesos neurodegenerativos que provoca la enfermedad así como los aspectos más destacados de las encepalopatías como son, entre otros, su cuadro clínico, su diagnóstico, el origen y los métodos de control y erradicación.

Los expertos comentaron que España se encontraba en el tercer nivel de la evaluación geográfica de riesgos que realizó la Unión Europea, es decir era bastante probable que aparecieran casos, (tal y como ha sucedido), pero son aislados. Según este baremo aún no se puede hablar de epidemia a nivel nacional ya que para que esto ocurra se tienen que detectar al menos «60 casos al año» y aseguraron que, a su parecer, las medidas de prevención y control de la enfermedad que ha adoptado tanto Bruselas como el Gobierno central «son suficientes para que no entren materiales específicos de riesgo en la cadena alimenticia».

Por otra parte, fuentes de la Conselleria d'Agricultura i Pesca del Govern confirmaron ayer que ocho de los nueve análisis efectuados en vacas sacrificadas en la Isla con más de 30 meses han dado negativos, estando a la espera, a día de ayer, del resultado que aún falta por conocer. Actualmente las muestras de animales «de riesgo» son enviadas al laboratorio de Algete, (Madrid), y la carne inmovilizada hasta conocer el resultado de los test. Esta medida se llevará a cabo, según aseguran las mismas fuentes, hasta que esté listo el laboratorio específico para realizar tests en la sede del Ibabsa.